Tratamiento para el dolor cervical: causas y síntomas

Debido a su flexibilidad y la tarea fundamental de sostener la cabeza, el cuello es propenso a desgaste y lesiones que causan el denominado dolor cervical, uno de los motivos de consulta médica más frecuentes.

El dolor cervical, en consecuencia, suele ser causa de problemas del sistema musculoesquelético y de la columna vertebral, incluyendo las vértebras, los músculos y los ligamentos que las mantienen unidas.

De la misma manera que ocurre con el dolor lumbar, el dolor cervical es un padecimiento que se hace más frecuente con el envejecimiento.

Entre las causas más frecuentes del dolor cervical se encuentran:

  • Las distensiones musculares y los esguinces en ligamentos.
  • Los espasmos musculares.
  • La artrosis. (Enfermedad crónica degenerativa que causa la alteración destructiva de los cartílagos de las articulaciones).
  • La espondilosis cervical. (Las vértebras cervicales y los discos intervertebrales degeneran, generalmente por causa de la artrosis).
  • La estenosis cervical o raquídea (Estrechamiento del espacio situado dentro del canal vertebral).
  • La rotura de anillo fibroso o hernia discal.
  • La fibromialgia. (Causante de dolor crónico difuso en los músculos y otras partes blandas y en la región cervical).

En Costa Rica, el tratamiento para el dolor cervical depende del trastorno específico y sólo se considera el recurso de la cirugía cuando existe compresión de la médula espinal o de un nervio raquídeo.

La mayoría de las veces, cuando el dolor es causado por un esguince, una distensión muscular o alguna otra lesión musuloesquelética, todo lo que se necesita es un analgésico. En caso de inflamación, el hielo o el calor también pueden ayudar.

Cuando el dolor se irradia hacia un brazo y la persona percibe debilidad en los brazos y las piernas, se puede requerir un tratamiento más intensivo, como la tracción, y un tratamiento con corticoesteroides o, bien, a la discectomía y la fusión.

En otros casos, como en la tortícolis espasmódica, los espasmos se detienen, al menos temporalmente, por medio de la fisioterapia o el masaje, y el dolor se controla con fármacos inyectados o administrados por la vía oral.

Pero, en todo caso, más conveniente para evitar futuros dolores cervicales, es la prevención, adoptando una adecuada posición cuando la persona está de pie, sentada o acostada (de forma que no fuerce el cuello) y evitar actividades que agravan el dolor, como la permanencia en una misma posición durante largos períodos.

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